La primera producción de muñecas en celuloide se realizó en Estados Unidos hacia 1860, patentado por la Celluloid Novelty Company..
En Europa, los grandes fabricantes compraron licencias para producirlo. En Alemania el primero fue la Rheinische Gummi & Celluloid Fabrik, (Schildkrot), también conocida como la del símbolo de la tortuga. Esta firma se convirtió en Europa en la única proveedora de esta materia prima, más tarde otros fabricantes también la usaron, aunque la más reconocida por su cantidad y calidad sea Schildkrot.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, la producción de muñecas quedó relegada a segundo plano. Tras años de enormes dificultades económicas, la compañía comenzó a resurgir. Pero llegaría una Segunda Guerra, lo que provocaría la destrucción casi por completo de la industria alemana.
De nuevo, la compañía intentaría resurgir de sus cenizas, y fue entonces cuando asistimos al nacimiento de algunas de sus muñequitas más conocidas y apreciadas, Inge, Barbel, Christel o Ursel.
Poco a poco el celuloide fue reemplazándose por el vinilo y posteriores materiales más modernos.
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